El chef ultima su primer restaurante fuera de España como asesor de la nueva sede de Lavazza, que abrirá en junio de 2017
En paralelo a la creación de elBulli 1846 que verá la luz en 2018 en la cala Montjoi de Roses (Girona), Ferran Adrià está tras el restaurante gastronómico que albergará la ambiciosa nueva sede de Lavazza en Turín. Este último es el primer establecimiento bajo la tutela de Adrià que el chef emprende fuera de España y sobre el que las expectativas en Italia son altísimas. Tanto es así que muchos medios se refieren ya al mismo como «otro elBulli».
Las obras avanzan a buen ritmo para poder abrirlo al público en junio de 2017, según los plazos fijados por la multinacional cafetera. En la denominada Nuvola obra del arquitecto Cino Zucchi que está revolucionando el barrio turinés de Aurora, el mayor de los Adrià tiene encomendado el asesoramiento de los diferentes espacios de restauración, pero muy especialmente del más gastronómico. En colaboración con cocineros italianos y la supervisión de Slow Food, Adrià ultima los detalles de un restaurante que aspira a convertirse en referente de la cocina mediterránea partiendo del profundo estudio de la misma.
El espacio gastronómico más esperado de la futura sede de Lavazza ocupará la primera planta del edificio, tendrá 70 plazas y un marcado acento italiano en el conjunto de su oferta, acorde al orgullo propio del país transalpino. El chef titular es todavía una incógnita, pero a juzgar por las preferencias de la firma cafetera será con toda probabilidad de nacionalidad italiana. La elección final contará obviamente con el aval de Adrià, en quien la cúpula de Lavazza tiene plena confianza. Son ya más de 15 años de relación profesional entre el genio de Hospitalet y la marca, que a su vez es uno de los «ángeles» que financian elBullifoundation. Prácticamente una vez al mes, ambas partes se citan o bien en elBulliLab de Barcelona o bien en Turín para avanzar en sus diferentes proyectos en común.
Junto al restaurante gastronómico, en la Nuvola habrá otras propuestas de restauración, igualmente abiertas al público y asesoradas por Ferran Adrià. El comedor -no sólo de empresa- previsto para unas 280 personas que tiene por objetivo mejorar la calidad de la comida que se sirve en hospitales y escuelasmarcará un antes y un después en la alimentación de grandes colectivos. Desde Lavazza entienden que hay un enorme margen para la mejora en este campo, por lo que la Nuvola integrará asimismo un laboratorio para la investigación y el desarrollo de nuevos menús de alimentación colectiva. Éste y el resto de espacios culinarios fomentarán también la sostenibilidad y la integración social entre sus empleados.
Aparte de erigirse en el hub gastronómico de Turín y revitalizar uno de los barrios más dejados de la ciudad, la Nuvola de Lavazza integrará un museo con la historia de la marca, un auditorio para eventos, zonas verdes y los restos de la basílica paleocristiana descubiertos durante las excavaciones previas a la edificación de esta nueva sede, toda vidrio y acero. Este hallazgo obligó precisamente a replantear el proyecto inicial de Zucchi y retrasar hasta enero del año que viene la entrada en funcionamiento de la Nuvola.
La última visita de obras coincidió con la presentación oficial del calendario Lavazza 2017, que cierra la trilogía dedicada a los Earth Defenders o pequeños productores de las zonas más subdesarrolladas del planeta, con los que la marca se siente tan implicada. Los retratos del fotógrafo francés Denis Rouvre tomados en Asia ocuparon la ex sede de la Bolsa de Turín durante la reciente Semana del Gusto.
Todo hace indicar que el calendario para 2018 ya se podrá presentar en la nueva Nuvola, coincidiendo con la inauguración del conjunto de sus instalaciones el año que viene.
Fuente: elmundo.com